Las vivencias de nuestro día a día son la mejor fuente de aprendizajes que tenemos. Ni los libros, ni los cursos. Pero solo pueden nutrirnos de verdad si somos capaces de parar y reflexionar sobre lo que ha sucedido y qué acciones deberíamos tomar para mejorar. Y por eso es tan importante tener el método adecuado para recoger nuestros aprendizajes: El diario de aprendizajes.
Un método científico para mejorar
Cuando lleves a cabo este programa debes tomártelo como un proceso científico en el que cada ejercicio es un experimento y tu diario de aprendizajes es, en realidad, un diario de laboratorio en el que apuntarás los resultados más efectivos de cada experimento para tenerlos registrados.
El error nos mejora
Darse cuenta de los errores tan rápido como es posible y tomar acciones para corregirlos es lo que nos puede hacer crecer, tanto personal como profesionalmente.
Un ejemplo que nos ayudará a entender mejor esto es el del arquero. Imagina que un arquero apunta a un árbol, si flecha está perfectamente recta y apunta directo al tronco, pero el viento que sopla hace que la flecha se desvíe hacia la derecha y acaba dando en el suelo. Ahora el arquero coge una segunda flecha y apunta.
Esta historia lo que intenta demostrar es que no debemos tener miedo a cometer errores, sino a no darnos el tiempo para reflexionar sobre ellos y así poder corregirlos. Cuanto menos analizo lo que he hecho mal, más probable es que vuelva a lanzar una flecha en la misma dirección que la primera.
La mentalidad adecuada
Debemos cambiar nuestra mentalidad frente a nuestros fracasos. A menudo cuando pensamos en nuestros errores aparece la culpa. Debemos aprender a perdonarnos nuestros errores y sentirnos orgullosos de ser conscientes de ellos. Si nos medimos por la cantidad de errores que hemos corregido seremos mucho más propensos a aceptar lo que hacemos mal y cambiarlo. Si en cambio, nos medimos por la cantidad de cosas que hacemos bien a la primera, no nos sentiremos cómodos analizando nuestros fallos e incluso evitaremos pensar en ellos. Y si no pensamos en ellos, no podemos correguirlos.
El diario
Un proceso simple pero efectivo
Es importante que simplifiques tu aprendizaje a un solo método que te valga para casi cualquier ejercicio que quieras aplicar (u objetivo que te quieras marcar). Aunque hay complejos procesos mucho más rimbombantes, en el fondo todo se basa en un circulo iterativo de tres pasos.
- Prepararse a consciencia quiere decir prepararse visualizando cómo vamos a desempeñar el ejercicio que queremos hacer (u objetivo que queremos conseguir). No es un simple repaso del ejercicio/objetivo, sino intentar decidir en qué momento del día lo aplicaras, con quien y cómo será.
- Ejecutar con actitud se refiere a que cuando llevamos a cabo el ejercicio/objetivo debemos estar presentes, observando el entorno y lo que sucede. En su mayoría son ejercicios sencillos, pero si lo hacemos de cualquier manera van a acabar siendo poco útiles.
- Reflexionar con profundidad quiere decir sacar aprendizajes de la experiencia que hemos tenido. Podemos apuntar cómo ha ido el ejercicio/objetivo sin más, pero lo interesante es darnos cuenta de los pequeños matices que pueden marcar la diferencia. ¿Cómo me he sentido yo?, ¿qué me ha frenado o incomodado?, ¿cómo han reaccionado los demás?, ¿qué haría la próxima vez para que saliese mejor?
El horario
Como podrás observar, el horario incluye dos sesiones, una por la mañana y otra por la tarde (unos 15-20 minutos cada una aprox.). Puede suceder que por tiempo no podamos hacer tantas sesiones, en ese caso, te recomiendo que elijas 30 minutos al día para hacer los dos ejercicios, el de la mañana y el de la tarde.
Por ejemplo, si solo tengo disponibilidad por las mañanas, puedo usar los 30 minutos antes de comenzar a trabajar para hacer 15 minutos de reflexión del día anterior y 15 minutos de preparación del ejercicio de hoy.
También es importante comentar que aquí he obviado la parte de «ejecutar con actitud». Lógicamente esta acción se debe llevar durante la misma práctica del ejercicio.
Ejemplo de una página del diario
El diario puede ser físico o digital. A mí personalmente me gusta escribir en una libreta, pero a veces puede ser más cómodo tenerlo todo registrado en un ordenador.