Tenemos la suerte de haber nacido en una época en la que podemos diseñar la vida a nuestra justa medida, esto es gracias a la inmensa libertad que tenemos para elegir desde qué queremos hacer para ganarnos la vida hasta dónde queremos dedicar nuestro tiempo libre. Sin embargo, a menudo, esta libertad se transforma en una fuente de ansiedad y, en lugar de ser una oportunidad, se convierte en un problema.
¿Por qué sucede esto? La explicación es sencilla: el mundo ha cambiado, las opciones para escoger se han multiplicado, pero nosotros continuamos usando las mismas herramientas de productividad y crecimiento personal de los últimos cincuenta años.
Esto, lógicamente, no funciona. Antes una persona no necesitaba que tener en cuenta tantas variables al diseñar su propia carrera. Si nacía en una familia de médicos probablemente sería médico, si su padre tenía una empresa, sería empresario, si debía ecoger una afición, probablemente elegiría la que hacían sus amigos cercanos, incluso la elección de estos amigos se reducía a aquellos que estaban más cerca de casa. Al haber menos opciones, era más fácil tomar las decisiones para diseñar el futuro. De modo que las herramientas necesarias eran más básicas.
Hoy en día el panorama es completamente diferente, puedes elegir entre millones de carreras, puedes estudiar cualquier cosa sin moverte de casa, puedes practicar cualquier afición independientemente de tu ubicación y puedes tener amigos en cualquier parte del mundo. Así que, las herramientas que uses para tomar tus decisiones, gestionar tu tiempo y mejorar tus habilidades, también deben ser diferentes.
¿Qué herramientas necesitas hoy y por qué?
La toma de decisiones: Si hablamos de un mundo en el que las opciones se han incrementado exponencialmente, es lógico pensar que la herramienta más importante que debemos aprender es la toma de decisiones. Estas herramientas incluyen desde la fase de exploración de las alternativas hasta la definición de los criterios para tomar las decisiones de forma acertada.
Aprendizaje avanzado: Tienes a tu alcance miles de fuentes para aprender, las redes sociales tienen más información que cualquier universidad a la que puedas ir. Pero, no hay profesor para hacerte un programa, tú eres el profesor. No basta con sentarte delante de unos apuntes y ponerte a estudiar, también debes aprender a crear un programa de estudio, a elegir las mejores fuentes, a buscar el tiempo para dedicarle.
Disciplina: La libertad no solo afecta a tus decisiones, sino también a tu procrastinación. Del mismo modo que nadie te va a impedir hacer una carrera u otra, nadie te va a impedir pasarte el día en el sofá. Por ello, ahora debes desarrollar algunas técnicas que antes no eran necesarias.
Gestión del tiempo y descanso: A menudo se relaciona el crecimiento personal y la productividad con el «no parar de hacer cosas», y no tener tiempo para descansar. Pero en realidad no tiene nada que ver. Al revés, las personas sin interés por la productividad y crecimiento personal suelen ser las que más ansiedad y falta de descanso tienen, porque afrontan un mundo lleno de estímulos y grandes decisiones sin las herramientas necesarias. Recuerda que la productividad consiste en ser lo suficientemente efectivo para conseguir aquellas cosas que nos proponemos y aún así tener tiempo para desconectar sin preocuparnos.
Foco: Necesitas técnicas para la gestión de los estímulos externos. Hoy en día tenemos herramientas tan potentes como un smartphone, pero también son fuentes de dopamina que te distraen y evitan que inviertas el tiempo en lo que realmente quieres. Saber cómo usar la tecnología para que sea tu aliada en vez de una tentación contra la que luchar es clave en esta época.
Gestión emocional: Del mismo modo que tenemos acceso a cualquier información también estamos conectados con muchas personas en todo momento, para lo bueno y para lo malo. Ser capaz de desarrollar un repertorio de estrategias para la gestión emocional te puede permitir no caer en ansiedad, estrés, etc.
Experimentación: La experimentación ha cobrado mucho sentido durante los últimos años. La mejora constante no viene de una teoría única e inalterable sino de ir probando diferentes métodos hasta encontrar el que funciona para ti y tu situación personal. Convertirse en un laboratorio andante es la única forma de mejorar.
Autoconocimiento y aceptación: No es tan importante hacer lo que hacen todos, como hacer lo que a ti te llena. Ser inteligente no es sacar una buena nota en un examen, sino entender tu entorno y tu persona para poder sacar el máximo partido. Warren Buffet, uno de los inversores más exitosos del mundo, dice que una de sus claves es lo que llama «conocer tu círculo de competencias». No importa demasiado el tamaño del circulo en sí, sin embargo, entender tus límites y aprovechar tus competencias es lo que te puede llevar a tener éxito.