Identificar tus valores

Temática del ejercicio

Inteligencia emocional.

Descripción general del ejercicio

Los valores personales son una herramienta especialmente útil para afrontar los problemas del día a día, ya que nos permiten actuar y evaluarnos de la forma correcta en vez de dejarnos llevar por impulsos emocionales o valores que no queremos seguir.

Queramos o no, todos tenemos una escala de valores que hemos ido creando a través de nuestras experiencias personales. Entender cómo cúales son estos valores es importante. Pero más allá de escucharnos, también debemos decidir conscientemente si estos son los valores que queremos seguir, o si hay otros que creemos más adecuados. Esta elección consciente decidir hacia dónde queremos ir. Por último, debemos ponerlos en práctica de forma diaria, para asegurar que no queda en una simple palabrería vacía.

Por ello este ejercicio se divide en tres partes, cada una de ellas la enviaré en un email separado:

  1. La primera parte nos permitirá identificar qué valores tenemos actualmente (el email actual.)
  2. La segunda nos permitirá elegir los valores que queremos tener.
  3. La última nos permitirá poner en práctica los valores que hemos elegido.

Cómo lo hago

Para identificar los valores actuales, antes debes pensar en situaciones en las que has tenido que tomar una decisión importante. También puedes pensar en momentos en los que te sintieras especialmente alterado por alguna emoción, tanto positiva como negativa.

Una vez identifiques la situación, cierra los ojos y pregúntate

  1. ¿Que sentías?
  2. ¿Por qué te sentías de este modo?
  3. Vuelve a preguntar «por qué es importante» la respuesta que has obtenido.
  4. Pregúntate qué valor o valores se esconden detrás de esta respuesta.
    Importante: Que identifiques unos valores no quiere decir que no tengas los otros. Todos tenemos todos los valores, la única diferencia es que algunos están más presentes que otros.

Ejemplo, en mi caso, tomé la decisión de irme a trabajar al extranjero. Si hago el ejercicio de abajo obtengo lo siguiente.

  1. ¿Que sentías? Me sentía especialmente contento y excitado por la idea de ir al extranjero a trabajar.
  2. ¿Por qué te sentías de este modo? Porque era emprender una nueva aventura sin dejar de lado mi carrera profesional.
  3. Vuelve a preguntar «por qué es importante» la respuesta que has obtenido: Es importante porque esto me permite vivir experiencias nuevas que me permiten desarrollarme y crecer.
  4. Pregúntate qué valor o valores se esconden detrás de esta respuesta: Superación y aprender

Para hacer esta última parte del ejercicio, te dejo un listado de 40 valores, para mí han sido suficientes pero si necesitas más, buscando un poco en internet encontrarás listados con centenares:
Honestidad.
Tolerancia.
Libertad.
Compasión.
Equidad.
Comprensión.
Disciplina.
Paciencia.
Prudencia.
Gratitud.
Abnegación.
Respeto.
Responsabilidad.
Lealtad.
Armonía.
Ambición.
Altruismo.
Confianza.
Coraje.
Valentía.
Modestia.
Perseverancia.
Solidaridad.
Voluntad.
Autodominio.
Superación.
Laboriosidad.
Magnanimidad.
Objetividad.
Puntualidad.
Aprender.
Fidelidad.
Generosidad.
Honor.
Honradez.
Fortaleza.
Discernimiento.
Empatía.
Cortesía.
Colaboración.

Por qué hacerlo y cómo me ha ayudado a mí

Como ya hemos dicho, los valores son una herramienta importante de inteligencia emocional. Te permiten evaluarte al final del día en base a aquellos parámetros que tu eliges, y de este modo, en cierta medida, dejar de depender de cosas como la aprobación de los demás o otros reconocimientos externos que son superficiales y no te aportan nada. Del mismo modo, también te ayudan a trabajar emociones como la envidia, la ira, la tristeza, etc. Que son emociones que aunque no nos guste reconocerlo, están en nuestro día a día.

Si somos capaces de reflexionar tranquilamente sobre cómo debemos actuar en base a nuestros valores, probablemente controlaremos mejor nuestros impulsos emocionales y cometeremos menos errores que acabaremos lamentando en el futuro.

Para ello, el primer paso es entender qué valores se esconden detrás de nuestras decisiones del pasado y nuestras emociones más fuertes. De este modo, podemos decidir si estos son los valores que queremos tener o no.

¡Ahora es tu turno!