Si eres como yo, una de las cosas más habituales que te pasará es que te apuntarás a muchos proyectos y tendrás muchas ideas, pero poco tiempo para llevarlas todas a cabo. Y es difícil decidir qué proyectos debemos priorizar cuando tenemos algo de tiempo libre o cuando simplemente hemos finalizado un proyecto y debemos elegir cuál empezamos ahora.
A menudo, lo que sucede es que primero perdemos buena parte del tiempo decidiéndonos, luego comenzamos una tarea, pero rápidamente cambiamos de opinión y la dejamos a medias para saltar a otra, después volvemos a la anterior y al final no hemos hecho nada más que perder aquel tiempo que teníamos al inicio.
Vamos a ver un ejercicio de priorización que nos va a ayudar saber rápidamente qué debemos hacer (idea o proyecto) cuando tenemos algo de tiempo disponible. De una forma efectiva, te ayudará a salir de interminables dudas y poner tu esfuerzo en aquello que merece la pena.
Cómo priorizar tus ideas
Lo primero que debemos hacer es crear una matriz de prioridades. Lo que haremos es elegir dos criterios que nos parezcan importantes para decidir qué ideas o proyectos quieres llevar a cabo. Los que uso yo son:
1. El esfuerzo que me requiere llevar a cabo la idea (cuanto menos esfuerzo mejor).
2. La importancia que tiene esta idea para mi carrera profesional.
Luego crearemos una matriz como la que puedes ver en la imagen de abajo, donde cada eje será un criterio.
Una vez creada la matriz, el ejercicio que harás será el siguiente:
- Durante la semana apunta todas tus ideas en postits tan rápido como vengan a la cabeza.
- Una vez por semana haz un filtraje eliminando las que realmente no tienen sentido. Luego, añade las finalistas a tu matriz, pensando en qué lugar deberían estar (según el esfuerzo que te requieran y la importancia que tienen para tu carrera profesional).
Cuando tengas algo de tiempo libre, por ejemplo porque hayas terminado el proyecto en el que estabas trabajando hasta ahora, o simplemente tengas un fin de semana desocupado, elige la idea que está más arriba y a la derecha, que será la más favorable según los dos criterios elegidos (en mi caso la que requiere menos esfuerzo y más impacto en mi carrera profesional).
Esta matriz no solo es interesante para elegir qué ideas vas a usar cuando tengas tiempo libre, sino también cuáles pueden ser tus próximos grandes proyectos (ideas que requieren esfuerzo, pero tienen un gran impacto para tu carrera profesional) o qué harás durante las vacaciones (ideas de poco esfuerzo, pero poco impacto en tu carrera profesional).
Abajo te dejo una guía de qué puedes hacer con cada idea según donde la hayas ubicado:
Por qué hacer este ejercicio de priorización
Tener ideas y querer comenzar nuevos proyectos es bueno, sin embargo, cuando no hay suficiente tiempo puede ser un problema por varios motivos.
- No ser capaz de poner foco en lo importante. Hacer demasiadas cosas tiene el mismo resultado que no hacer ninguna: Que no consigas avanzar. Frenar y decidir de forma coherente qué vas a hacer y qué no, es un ejercicio que te va a permitir avanzar en lo que realmente quieres.
- La ansiedad de no llegar a todo lo que nos hemos propuesto. Es fácil proponerse hacer muchas cosas, pero no es tan fácil gestionarlas luego. Lo que acostumbra a suceder es que la gestión se vuelve una fuente de estrés y ansiedad que a largo plazo puede ser perjudicial para ti.
- Abandonar tiene un efecto sobre tu autoestima. Es muy diferente dejar de hacer cosas por una decisión racional, como puede ser el ejercicio propuesto esta semana, que hacerlo porque no te sientes capaz de lidiar con todo. Por un lado, porque tú no estás decidiendo qué priorizar, y por el otro porque en el segundo caso tu cerebro lo asume como una derrota y no como una decisión.
- Dejar de disfrutar de lo que haces. Lógicamente todos queremos conseguir cumplir con nuestros retos, pero a veces nos olvidamos de que lo importante no está tanto en el objetivo en sí sino en disfrutar del camino. Cuando tienes tantos proyectos en marcha el día a día se vuelve pesado, conseguir todos tus objetivos te hará sentir bien durante uno u dos días, pero ¿merece la pena haber estado un año entero sufriendo tanto?
Cómo lo he aplicado yo y qué me ha sucedido a mí
La verdad es que es un método que utilizo desde hace tiempo. Yo lo he ido adaptando, a veces, por ejemplo, en vez de usar el criterio de “impacto en mi carrera profesional” he elegido un objetivo importante para este año. Por ejemplo “Aprender marketing digital”. Lo importante es que nos ayude a priorizar de forma ágil sobre los criterios que consideramos importantes.
Como ya te imaginarás, una de las cosas que he notado yo es el ahorro de tiempo. No solo porque estoy seguro de que ha agilizado muchas de mis decisiones, sino porque también me ha ayudado a tomar la decisión correcta en muchas ocasiones en las que, si fuera por inercia, hubiese tomado una mala decisión.
Por ejemplo, en algún momento me parecía atractiva la idea de comenzar a entrar más en el mundo de la inversión, sin embargo, por mucho que me atraiga la idea, esto no me ayuda a conseguir mis objetivos reales. De modo que, gracias a la matriz, siempre he priorizado lo que debía. Es una buena forma de recordar a menudo tus objetivos.
Tampoco quiere decir que no pueda estudiar inversión, el verano pasado decidí leerme unos cuantos libros sobre el tema. Pero está bien, porque para mí el verano es un momento para desconectar de los objetivos y descubrir nuevas temáticas que me puedan atraer.