Mejorar tu motivación y foco con una visualización

Descripción general del ejercicio

Siempre he pensado que la habilidad más importante que debes entrenar es la automotivación. Es la que te permitirá entrenar al 100% cualquier otra habilidad. Para ello, el ejercicio que propongo esta semana consiste en hacer visualizaciones antes de comenzar las tareas (especialmente las que te generen más pereza).

Voy a proponerte dos ejercicios de visualización. Podrás hacerlos por separados o juntos (yo personalmente los hago juntos siempre que puedo).
Cuando nos queremos motivar, pero nos cuesta hacerlo, a menudo nos encontramos con, al menos, uno de los siguientes dos problemas:

  1. No valoramos el resultado (o no sabemos cuál es).
  2. No nos motiva ejecutar la tarea.

A veces el resultado nos motiva, pero no sabemos porque no somos capaces de hacer bien la tarea (queremos aprobar un examen, pero no nos apetece estudiar).

A veces pasa lo contrario, la tarea nos motiva, pero el resultado no nos convence lo suficiente. Por ejemplo, a mi me gusta escribir, pero si me obligan a hacerlo para un objetivo que no comparto no me apetece.

Si nos da pereza hacer algo, a menudo es porque no hemos alineado ambas cosas. Por eso, el ejercicio de visualización que veremos hoy intenta cubrir las dos patas.

Recomendación: Para este ejercicio sería bueno recuperar el diario de aprendizaje. De este modo podrás ver tú mismo cómo vas mejorando y qué claves vas encontrando.

Cómo lo hago

El ejercicio es sencillo, antes de nada, debes ser capaz de identificar rápidamente en qué momentos te sientes desmotivado para hacer algo.
Cuando lo tengas, antes de comenzar la tarea en cuestión, cierra los ojos, respira hondo tres veces y visualiza lo siguiente:

  1. Visualiza que la consigues con éxtito. ¿Qué es lo que te va a aportar hacer la tarea que vas a comenzar?  Esta pregunta te debe permitir motivar tu parte más racional, entender por qué es importante hacerla, cuál será el resultado. Aunque te parezca que no puedes sacar nada siempre hay algo por lo que te va a beneficiar hacer la tarea bien. Si, por ejemplo, la tarea es leer, puedes pensar en los beneficios de descubrir más sobre el tema de la lectura, y en qué puertas te va a abrir saber sobre este tema. Quizás te permita llegar a algo tan importante como estudiar una carrera o quizás algo tan superficial como poder tener tema de conversación esta tarde con unos amigos. No te juzgues por lo que te motiva, no hay nada correcto o incorrecto, lo importante es ser consciente de qué te motiva para sacarle provecho.
  2. Visualiza el proceso de lo que vas a hacer y cómo debería ser para que fuera perfecto. ¿Cómo la vas a hacer? Ahora es importante visualizar desde el punto de vista del proceso, no del resultado. Es difícil motivarte si lo único que quieres es ACABAR la tarea. Debe apetecerte HACER la tarea. Debes visualizarte haciéndola y tomándola como un reto en sí misma. Visualiza la ejecución perfecta, de la que estarías orgulloso, y luego abre los ojos y hazla. Esto te va a permitir:
    1. Pensar antes de actuar. Con el volumen de trabajo y la prisa que solemos tener, es fácil que comencemos a actuar antes de pensar, y vayamos pensando mientras hacemos. Esto es bueno cuando debes debatir en público, pero no tiene ningún sentido cuando vas a escribir un email o a hacer una tarea intelectual tu solo.
    2. Disfrutar del proceso y no del resultado. Siempre pensamos que lo importante es “acabar” las tareas, es decir, que el objetivo en este caso es enviar el email, pero en realidad la vida está llena de tareas, y el proceso ocupa el 99% del tiempo mientras que el resultado solo el 1%. Si no somos capaces de disfrutar del proceso, no somos capaces de disfrutar del 99% de nuestra vida.

Por ejemplo, si vas a contestar un email de trabajo en el que se te pregunta por un proyecto que estás llevando a cabo, podrías pensar:

  1. Visualiza que la consigues con éxtito. ¿Qué es lo que te va a aportar hacer la tarea que vas a comenzar? Me va a servir para mejorar mi relación con esta persona. Me va a permitir explicar un proyecto que pocas veces tengo la oportunidad de explicar. Me ayudará a resumir el proyecto para que la próxima vez que tenga que explicarlo me sea más fácil.
  2. Visualiza el proceso de lo que vas a hacer y cómo debería ser para que fuera perfecto. Me visualizo haciéndolo con calma, sin distracciones. Pudiendo resumir todo lo que tengo en la cabeza. Escribiendo primero todo lo que quiero decir en un Word y luego ordenando las ideas. Me imagino que el email perfecto debería tener varios apartados y con negritas para facilitar la comprensión. Cuando tengo la imagen en la cabeza, abro los ojos y comienzo a escribirlo.

Recomendación: Si consideras que la tarea en sí no merece la pena para automotivarte, hazlo por el simple hecho de entrenar tu habilidad de automotivación. Es decir, que tu motivación sea simplemente la oportunidad de trabajar en esta habilidad.

Por qué hacerlo y cómo me ha ayudado a mí

La capacidad de automotivarse es importante porque te permite trabajar en tus puntos débiles. Es muy fácil estar motivado cuando debes hacer aquellas cosas que se te dan bien, en cambio, es muy difícil darle importancia a hacer aquellas cosas que te cuestan. Nos engañamos con excusas diciéndonos que nosotros no debemos aprender sobre eso porque no es lo que realmente nos motiva, pero, en el fondo, sabemos que mejorar en aquellas cosas que no se nos dan bien nos va a ayudar a mejorar.

Por ejemplo, si no se me da bien trabajar en equipo, y en cambio me encanta hacer tareas de investigación, es fácil decirme a mí mismo que para mí no es importante y que yo soy una persona más enfocada a trabajar sola. Sin embargo, ser capaz de trabajar en equipo me va a abrir muchas puertas. Para ponerme a trabajar en esta debilidad, es importante saber cómo automotivarme.

Anécdota: En la película Karate Kid, hay una escena donde el maestro Miyagui le explica a Daniel cómo debe cortar un Bonsai. Esta escena plasma perfectamente los diferentes pasos que debes hacer para visualizar (especialmente la segunda visualización, la de la tarea, no la del resultado) El maestro le dice:

  1. Cierra los ojos y concéntrate.
  2. Piensa solo en el árbol.
  3. Haz la imagen perfecta de hasta ultima hoja
  4. Borrar mente todo excepto arbol
  5. Nada existe en el mundo entero, solo árbol.
  6. Abre los ojos. ¿Recuerdas la imagen? Haz como has visto en la imagen.

Esta capacidad de concentrarte en una sola cosa y hacerla de la mejor forma posible es una práctica que no solo te hará ser mejor en el trabajo, también te permitirá disfrutar más de cada tarea.

Deja un comentario